miércoles, 30 de junio de 2010

UNA PRESA Y UNA PRISA DE MUCHOS MILLONES


Imaginemos un país en el que una minoría impone a todos una forma de pensamiento. Imaginemos que ese pensamiento, además, sólo está permitido expresarlo en una de las dos lenguas que se usan de forma natural. Añadamos que esa minoría ocupa los principales y estratégicos puestos del poder, dirigiendo las instituciones políticas y financieras, los colegios, las empresas, los hospitales, las asociaciones profesionales, los medios de comunicación, etc.
¿Qué tipo de sociedad tendríamos? Sin lugar a dudas, una sociedad oligárquica, en la que la mayoría de la población vive sometida a unos pocos privilegiados que marcan un único camino para la aceptación social.
Aquí, en Cataluña, está muy clara esa marca. Desde la escuela, omnímodamente en catalán con una inmersión lingüística cruel que imprime a los niños qué lengua es la de prestigio y cuál es la que conduce al ostracismo, hasta los despachos de los directivos de las empresas, en cuyo funcionamiento cada vez pesa más el intervencionismo de la Generalidad. El catalanito de a pie, sea cual sea su origen, sabe desde los tres años quién manda y qué pensamiento es el correcto para progresar social y profesionalmente: el NACIONALISTA.
Obviamente, este forzado (y forzoso) encauzamiento requiere de un enorme dispendio. La ingeniería social aplicada para cambiar a esa mayoría necesita millones de euros, tanto para comprar voluntades como para callar réplicas. Vivimos en una sociedad absolutamente COMPRADA, de ahí que la financiación sea el asunto medular del Estatut y de la Generalidad y de ahí que Cataluña sea la comunidad autónoma más endeudada de España y con diferencia. Si faltase la subvención/ayuda/dádiva/compra, la presa que contiene el auténtico rostro de la masa social se vería desbordada y las consecuencias para la oligarquía serían imprevisibles.
¿Por qué Montilla, después de suscribir la crítica de hasta 86 artículos del redactado del Estatut siendo ministro, se despeña ahora por la furibunda vereda del extremismo y hasta el desacato institucional? Porque detrás de este aspaviento se encuentra esa oligarquía nacionalista que mueve los hilos del DINERO y que necesita lanzar el muñequito con el que montó el guiñol del primer president charnego mientras, en la rebotica, imprime en castellano los pasquines del PSC para las elecciones de este otoño.
Y así, con el de Iznájar embistiendo los molinos de Madrit, Artur Mas de escudero de las esencias, Carod-Rovira con la llave de la caja de las subvenciones y Saura calentando silla, todo seguirá lligat i ben lligat mientras la crisis no les desbarate el andamiaje. Su única 'hoja de ruta' posible: la huida hacia adelante para que el estallido les coja ya como dueños absolutos del cotarro, es decir, la independencia.

PRELUDIO

Abandonados por las instituciones nacionales que deberían garantizar la igualdad que consagra la Constitución (y la ley natural) y ninguneados y hasta perseguidos por las instituciones catalanas que tratan de extirpar una gran parte del pensamiento de sus ciudadanos, trato aquí de sacar cabeza para testimoniar ese cuerpo de la verdadera sociedad civil, la que ni vive de subvención ni se aviene a la politización nacionalista.
Mi propósito es denunciar (poner negro sobre blanco) la realidad que resulta imposible que salga de otra manera a la luz, dada la vergonzosa sumisión de los medios de comunicación al poder. Paso a paso, trataré de retratar esta cotidianidad ocultada, la de los miles de ciudadanos que sólo pretenden salir adelante con sus vidas y su manera de vivirla, procurando que esa capa superpuesta de políticos-vividores-cizañeros les afecte lo menos posible.
No tengo legitimidad institucional ni falta me hace, la honestidad para con la razón es mi guía.